Detrás de cada prenda de moda en piel artesanal hay una historia. Una historia que empieza con el olor a cuero recién curtido, con manos que no solo trabajan, sino que honran una tradición. En Oaxaca, la piel no es solo materia prima: es cultura viva, y cada pieza que sale de ahí lleva siglos de oficio grabados en su superficie.
El origen: seleccionar la piel correcta
Todo comienza con la selección de pieles naturales, provenientes de ganado local. A diferencia de los procesos industriales, aquí se elige con ojo experto: buscando flexibilidad, espesor uniforme y carácter. Una piel que no se va a disfrazar de otra cosa, porque su valor está en lo auténtico.
El curtido: entre tradición y resistencia
En Oaxaca aún se utiliza el curtido vegetal, un método ancestral que conserva las fibras naturales de la piel y no contamina. A través de infusiones con cortezas, hojas y raíces, se transforma la piel cruda en un material resistente, suave y listo para durar décadas.
Este paso es lento. Pero justamente ahí está el valor: nada que valga la pena se hace rápido.
El diseño y corte: precisión sin moldes industriales
Cada diseño se dibuja a mano o se adapta en talleres pequeños donde la prenda no sigue una producción masiva, sino que se construye con identidad. Se cortan las piezas a la medida, cuidando cada línea para que la prenda conserve equilibrio y personalidad.
El grabado y detalles: cuando la piel se convierte en arte
Muchos productos de Decímetro incluyen grabados personalizados, iniciales o diseños únicos. Estos se realizan a mano o con herramientas térmicas, marcando la piel de forma permanente. Este paso convierte una chamarra o accesorio en algo irrepetible.
Oaxaca, moda con raíz
Cuando hablamos de moda en piel artesanal, no hablamos solo de una prenda bonita: hablamos de comunidad, de herencia, de diseño hecho con conciencia.
Por eso, cada vez que eliges una prenda de piel oaxaqueña estás eligiendo mucho más que estilo: estás vistiendo una historia.
